lunes, 19 de septiembre de 2011

Party Time

¡Sí! ¡Terminamos! Acaban las clases, empieza el verano, y con él, el party time, o lo que es lo mismo, ¡Hora de Fiesta!
Voy escuchando “When the sun goes Down” de Selena Gomez en mi iPod de camino a casa, y voy eligiendo algunas prendas y desechando otras para ponerme esta noche. He quedado con las chicas para ir de compras esta tarde y luego irnos a la fiesta en casa da Cathy. Esa sí que es una chica con suerte, sus padres se han ido y le han dejado hacer una fiesta. Los míos no me dejarían ni aunque se acabara el mundo mañana…
Además, Cathy tiene una casa… Enorme!!!! Puede hacer una fiesta genial, y solo en una habitación, con lo grande que es. Pero para festejar que empieza el verano, la va a hacer en el jardín, con barbacoa, DJ, música, amigos…
Llego a casa. Mi padre está terminando de preparar el almuerzo, y le cuento cómo me ha ido hoy. Comemos, y me llama Lily, una de las chicas. Hemos quedado a las 3 en su casa, que no queda muy lejos de la mía, para que su madre nos lleve de compras, y luego allí nos encontramos con las demás, y vamos todas juntas en el coche de Eli, ya que ya tiene carnet y coche…
La tarde pasa rápido entre amigas, y cuando nos queremos dar cuenta, ya estamos en casa de Cathy. Entramos, ansiosas y riendo, ya que Eli, viene contándonos un chiste malísimo.
Bailo toda la noche, feliz, aunque me duelan los pies por llevar tacones tan altos, canto mis canciones favoritas hasta quedarme ronca, río y me divierto. Me lo he pasado genial, pero me siento completa cuando le veo a él. Me siento a descansar un poco y se me acerca. Lo conozco de vista, es un primo lejano de Cathy, pero me encanta. No me corto y me levanto para pedirle un baile. Acepta, sin problemas, y bailamos más rato. En cuanto el DJ, uno de mis mejores amigos, nos ve juntos, pone una canción lenta, y pide un poco de relax para las parejitas, y cuando lo miro, me guiña un ojo. Esa canción hace que nos acerquemos, y de repente, siento sus labios rozando los míos, suavemente, dulcemente. Seguimos bailando, juntos, y antes de que termine la última canción, nos tiramos a la piscina con unos amigos.
Me río en la piscina, disfrutando del momento, y le miro. ¿Quién sabe? A lo mejor es ese chico especial… ¡Tendré que descubrirlo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario