Agua de Colores: 02/05/13

martes, 5 de febrero de 2013

Poesía #7

Su mirada se perdía,
lejana,
en la manta azul del
horizonte.

Los pliegues de aquella manta,
añiles,
que se ondulaban bajo el cielo,
brillantes.

Brillaban como sus ojos,
verdosos,
absortos en su amado mar,
preciosos.

Agustina Gómez

Liberación

El ser humano posee muchísimos sentimientos dentro, pero no tiene capacidad suficiente como para mantenerlos allí encerrados. Por tanto, deducimos que el ser humano NECESITA expresar sus sentimientos. Así, hay quien siente que fluye cuando toca el violín, la guitarra eléctrica, el piano, la flauta travesera, el oboe... ¡Hasta hay quien siente que fluye cuando tamborilea con los dedos sobre la mesa!

Hay también gente que necesita expresarse con palabras: poetas, cantantes, escritores. Y ahí entramos en escena. Nosotras somos humanas. Nosotras tenemos sentimientos. Por tanto, usando la lógica...

Bah, basta de lógica. No hay lógica para los sentimientos. Hace poco vi una película en la que, en una clase de Literatura, en el libro se explicaba cómo medir la grandeza de un poema usando un gráfico de barras. ¿¡Alguien le ve lógica a esto!? ¡Por supuesto que no! ¡Un poema no se mide con un gráfico de barras, ni con una regla, ni siquiera con una probeta de laboratorio! ¡Un poema no se mide, directamente! Un poema se siente, hace que nos emocionemos, que lleguen lágrimas a nuestros ojos, que se nos inunde el pecho de felicidad, que sintamos mariposas en el estómago. Un poema se SIENTE.

Al igual que con los poemas, con las historias también se experimentan sentimientos: amor, alegría, nervios, ansiedad, miedo, tristeza... Eso esperamos que sientan nuestros lectores.