lunes, 25 de junio de 2012

Getting Ready

Miro el móvil cada tres segundos. Nada. Ningún mensaje de Whats App, ninguna notificación de Tuenti, ni de Facebook, ni de Twiter, ni nada. Mecachis. Me estoy preocupando. Empiezo a mordisquear mi manicura, hecha especialmente para la cita de esta noche. Me miro los pies. Miro el techo. Observo mi cuarto, desordenado por siempre. Ay... Cuánto tarda...
Tin, Tin!
Sí! Su respuesta:
"-Allí estaré. Más te vale tener los labios listos. ;)"
¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! No me lo puedo creer. ¡Estoy... SUPER-ULTRA-MEGA-HIPER-CONTENTA! Desde ese momento, empiezo a prepararme: elijo la ropa (nos pantalones cortos con un top son muy provocativos, tampoco quiero pasarme; unos vaqueros y una camiseta simple, son muy sosos; un vestido, demasiado elegante), y finalmente me decanto por la combinación de una falda azul cielo con una blusa blanca de mangas anchas. En los pies decido ponerme unas sandalias con un poco de tacón, de color blanco, que tienen unas flores a un costado. Me pongo delante del espejo y empiezo a experimentar con mi pelo: media coleta, cola de caballo, peinado de bailarina, unos mechones recogidos con pinzas, echar mi larga melena a un lado, a otro... Elijo la opción del pelo suelto, con mi larga melena de color cobre deslizándose por mi espalda. Me ducho, enjabonándome con un jabón con aroma a lavanda. Dejo que mi pelo se seque con el aire, queda con un toque natural que el secador no permite. Vestida únicamente con mi suave albornoz verde, empiezo a maquillarme. No quiero quedar muy recargada, por lo que uso correctos para las rojeces, un poco de colorete color salmón en mis mejillas, un toque de rimmel en las pestañas, y un pintalabios color rojo granate. Me visto con cuidado, para no manchar la blusa, y desenredo suavemente mi cabello. Me pongo la falda y los zapatos, y descubro que no me convence el conjunto, parece muy diurno. Pruebo con otras combinaciones, y me termino poniendo unos pescadores vqaueros de color azul claro y lo combino con un cinturón azul oscuro de hebilla enorme hecha de pequeños círculos de colores.Comienzo a preparar mi bolso. Escojo el de color  gris clarito, que hace juego con mis pendientes plateados. Pongo el pequeño neceser, la cartera, y dejo pendiente guardar el móvil. Busco mi querida cámara de fotos reflex, esa de las grandes. La guardo cuidadosamente en el estuche y lo coloco junto al bolso en mi cama. Miro por la ventana: el sol aún no se ha puesto detrás del hermoso emblema parisino, la Torre Eiffel. Miro mi reloj de pulsera, y veo que tengo el tiempo justo. Me lavo los dientes apresuradamente, sin olvidar repasar el color rojo de mis labios después, cojo las llaves y me voy. Bajo de mi pequeño apartamento hasta la calle, y pido un taxi para llegar hasta el lugar de encuentro. Espero en la puerta del restaurante, en un banco situado junto al río Sena, en un pequeño parque.
-Hola, bonita -susurra una voz en mi oído.
Me giro con una sonrisa, y sus labios sellan los míos con otra. En ese momento, me siento la persona más feliz del Universo entero.

domingo, 24 de junio de 2012

Yo estoy feliz con ella; ella está feliz conmigo

Sus dedos se deslizan suavemente por mi espalda desnuda. Su mirada absorbe cada detalle del momento. Su corazón late con fuerza, con tesón, con emoción. Puedo sentirlo. Mientras, mi cabello yace desparramado por la almohada. Mis ojos continúan cerrados, disfrutando del océano de emociones que inunda mi alma. Mi piel disfruta del contacto suave de las sábanas en mis piernas, del dulce roce de su dedo por mi espalda.
Así estamos nosotros, juntos, tranquilos, disfrutando del momento en la penumbra. Ahora, pasadas todas las barreras, me siento más unida a él de lo que nunca me sentí. Me siento feliz, orgullosa, relajada.
*********************************************************************************
Después de tantos esfuerzos, tantos problemas con personas que no nos comprenden, tantos dolores por el deseo de algo imposible; después de todo eso, ya estamos juntos. Estamos unidos por algo invisible, algo privado, nuestro, que solo sentimos, que solo experimentamos nosotros, ella y yo. Nos costó mucho llegar a este punto, a este momento. Nos trajo problemas, enfados y heridas "de alma" de nuestras personas más cercanas, especialmente, su familia. No aprobaban nuestra relación, nuestro amor. Sin embargo, aquí estamos, juntos y felices igualmente, a pesar de ir precisamente en contra de todo lo que nos dijeron.
Yo estoy feliz con ella.
Ella está feliz conmigo.
¿Qué puede hacerle la familia a una pareja unida y feliz?

martes, 19 de junio de 2012

Who will stop the rain?

"Who will stop the rain?": ¿Quién parará la lluvia? Es algo imposible, es inevitable que llueva. Es como querer apagar el sol, como intentar frenar las mareas oceánicas. ¿Ya me comprendes? ¿Entiendes ya a qué me refiero? ¿No? Te lo explicaré mejor: es algo que de ninguna manera podrás hacer, simplemente porque la naturaleza misma es contraria a tu idea. Por ejemplo... Intentar evitar que la arena se escurra entre tus dedos cuando la coges. Intentar que una manzana flote en el aire, sin gravedad. ¿Sigues sin comprender? Mmmmhhhmmm... ¿Cómo te explico...? Es como intentar realizar algo irrealizable, intentar hacer visible algo  invisible, como el viento; o posibilitar algo imposible. ¿Todavía no entiendes a qué me refiero? Hablo de cosas que no se pueden hacer: parar la lluvia, apagar el sol, coger el viento con las manos, frenar las olas, atrapar el agua entre los dedos... O evitar mi amor. Sí, aquí quería llegar. De esto es de lo que realmente quería hablar. De que estoy enamorada de ti, y de que no lo puedo evitar, por mucho que tú no me correspondas, por mucho que no me hables, por mucho que me odies o que no me soportes. ¿Qué quieres que haga? No puedo evitarlo. Y la verdad es que, por una parte, quiero evitarlo, quiero dejar de pensar en ti cada vez que cierro los ojos, quiero dejar de mirarte disimuladamente cuando no me miras, quiero dejar de hacer historias con nosotros como protagonistas. Por esa parte, quiero olvidarte, pasar página. Pero por otra, me resulta tan agradable oír tu voz, ver tu sonrisa, tontear contigo, que se me van las ganas de olvidarte. En fin, no tengo más que decirte. Solamente eso, que te quiero sin querer.