jueves, 12 de abril de 2012

Poesía #4

POEMA XX

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma, como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve en mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el último dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

                                                                                                                       Pablo Neruda.
                                                     Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Espasa Calpe.

sábado, 7 de abril de 2012

Querido diario:

Miércoles, 28/03/12
Querido diario:
Uuuufaaa... ¡Qué día! Agotador... Y abrumador. Mi mejor amigo, mi colega de toda la vida, mi amigo de siempre... Se declaró a la chica más guapa de la clase, Anabella. Yo sabía que le gustaba : normal, con esas curvas, ese bonito culito, que resalta con pantalones ajustados; o esos pechos que atraen todas las miradas gracias a los escotes de infarto que tienen sus blusas.... Y, dejando de lado todas las cosas que hace para llamar la atención masculina, también ocurre que es guapísima. Tiene unos ojos azules que son casi... "electrizantes", y una sonrisa muy dulce... Aparte de todo esto, no me imaginaba que Fran sintiera algo MÁS por ella, algo más fuerte que la atracción que tienen todos hacia ella... Hoy descubrí cuán fuerte es su amor.
En fin, el caso es que MI amigo, MI Franco, se le declaró, le digo que la amaba y que deseaba fervientemente ser su novio y estar con ella... Fue tan dulce... Tanto que... Bueno, tanto que se me llenaron los ojos de lágrimas de emoción. Ridículo, ¿no? O tal vez no tanto... No sé... Pero la ESTÚPIDA-IDIOTA-DESAGRADECIDA-Y-DUEÑA-DE-UN-EGO-GIGANTE de Anabella le echó una mirada de desprecio, se dio la vuelta y se marchó si ni siquiera abrir la boca. Por supuesto, Fran quedó DESTROZADO, hecho pedacitos, más bien, DESHECHO. Y yo, la pringada del segundo plano, fui quien tuvo que levantarlo del suelo, hablar con él, consolarlo... Luego fui a buscar a Markus, uno de nuestros amigos, pero, aparte, el casi-hermano de Franco, la 3ª parte de nuestro trío. En cuanto lo encontré, le fui a contar todo, pero me hizo mirarlo a los ojos, y entendió. Las palabras sobraban. Ay, mi Markus... Llegó hace relativamente poco tiempo, en comparación con mi amistad con Franco, pero pronto se convirtió en uno de mis mejores amigos, junto con Fran, por supuesto. El caso es que Markus corrió conmigo hasta llegar donde estaba Fran. En ese momento, tocó el timbre. ¿Olvidé decir que estábamos en la universidad? Sonó el timbre, entonces, y yo tenía un examen importante en esa clase, y no debía llegar tarde, por lo que los dejé solos. Por desgracia, coincidimos en pocas clases, y hoy no los iba a ver hasta la última hora, en Inglés. Cuando por fin toca la clase anterior a ir a casa, voy al aula y busco con la mirada a mis amigos. No les veo, así que me siento con otras amigas. Intenté participar en la conversación, pero estaba demasiado preocupada por Franco y Markus como para pensar en otra cosa, así que no les hice demasiado caso. Después de unos minutos en los que se llena la clase, entra la profesora, y cuando está cerrando la puerta, veo la punta del Converse de color azul eléctrico de Markus y respiro un poco más tranquila. "Todo va bien", pensé. Entra Markus, pero no veo a Fran. Pide disculpas a la profesora, y le explica en voz baja que tuvo que acompañar a Fran a casa y que por eso llegó tarde. Yo no le oí, pero mientras retiré mis libros y carpetas de las sillas que habían a mi lado, que había reservado para mis amigos. Markus se sentó, y mientras la profesora hablaba y escribía en la pizarra, me explicó que Fran había estado bastante mal en la clase siguiente al recreo, y que a 5ª hora, se sentía tan desdichado que había recogido sus cosas y había vuelto a casa. Menos mal que están juntos en la mayoría de las clases, porque sino se habría tenido que ir solo. Durante el resto de la clase estuve  distraída, pensando en la tonta de Anabella (estaba sentada delante mío, me costó contenerme una buena patada) y el pobre de mi amigo, que había quedado destrozado. Markus me "despertó" al final de la clase y me apuntó la tarea. Qué dulce, mi Markus, siempre tan detallista. Cómo le quiero. Bueno, entonces guardé mis cosas y me marché con Markus. Subimos al coche ese horrible que tengo y que funciona por casualidad y fuimos a comer. Luego le llevé a su casa, y volví a la mía. Hablé un rato con mamá, le conté lo ocurrido y luego subí a mi habitación a hacer la tarea y estudiar. Julie subió a fastidiar, y le cerré la puerta en las narices. Julie es mi hermana pequeña. Lo explico porque estoy empezando un nuevo diario, y, aunque espero no perder nunca la memoria y olvidar a mi hermanita, lo apunto por si acaso.
Paré de estudiar un rato sobre las cinco y media, y merendé unas magdalenas que había hecho Julie. ¡Me encantan! Mmmm, son geniales... Después cogí el teléfono y llamé a Fran, aunque, como me imaginaba, no atendió. Luego llamé a casa de Markus, y su madre me dijo que había salido, por lo que llamé a su móvil. Saltó el contestador, así que le dejé un mensaje, diciéndole que me llamara cuanto antes. Estudié un rato más,  y salí a buscar a mis amigos. Estaba muy preocupada, quería saber cómo estaban. Me llamó Markus, y me dijo que me esperaba en el parque. No hizo falta que especificara dónde, ya sabía que estaban en el rincón noreste, bajo los robles. Me acerqué, y vi que estaba solo. Le pregunté por Fran mientras me sentaba en el césped, y me dijo que seguía encerrado en su casa. Ya que estábamos solos (por fin...) descargué toda la rabia que llevaba dentro. Empecé gritando contra Anabella, y terminé llorando con sus brazos a mi alrededor. Las mías eran lágrimas de rabia, de odio, de pena... Me terminé calmando en su abrazo. Vimos el atardecer entre los arbustos, y compartimos unas caricias. La nuestra es una relación extraña... Nos queremos, muchísimo, pero no somos "novios" oficialmente... Supongo que es porque, en estos momentos, tenemos demasiadas cosas demasiado importantes en comparación con las relaciones sentimentales. Pero de vez en cuando, si estamos solos, nos permitimos alguna caricia, algún beso... Markus es genial... No tengo más palabras.
Cuando el parque se oscureció casi por completo, cuando las únicas zonas con luz de él eran las iluminadas por las farolas del camino, decidimos irnos. Cada uno fue a su casa. Quedamos en la puerta de la uni. Luego, en casa, miré una peli con mamá y Julie, utilicé el ordenador un rato y me fui a dormir.
Ese ha sido mi día. ¿Verdad que era abrumador? Espero que mañana vaya Fran, pero sino... Pienso ir a su casa y echar abajo la puerta si hace falta, debo hablar con él.
Hasta mañana.                                                
                                                                                                            Lila