miércoles, 15 de febrero de 2012

Atrévete a dar el gran salto

"No!!!! No puede haberme hecho esto. Me prometió que se callaría la BOCOTA esa que tiene en la que no puede guardar ningún secreto..."
-¿Es cierto lo que ha dicho? Mírame, Lucy, y dime si es cierto - dijo él
- Bueeeno... - Cristie le dio un empujoncito, como diciendo "Venga! Atrévete!"- Digamos que... Sí. Es cierto que me gustas y que estoy enamorada de ti- dijo de un tirón Lucy, rápidamente y con los ojos y los labios muy apretados. Lentamente, echó una mirada a Lucas, quien la miraba diferente. Diferente a la mirada furtiva que le echaba en los exámenes, a la que ella le respondía con una insegura sonrisa, diferente a la mirada de reconocimiento que le echaba al llegar a clase, diferente a la mirada de sorpresa de cuando se encontraban en lugares como la biblioteca . Era una mirada cariñosa, feliz, esperanzada, alegre. Y Lucy supo que gracias a Cristie tenía posibilidades de hacer realidad esas fantasías que tenía con Lucas cada vez que se iba a dormir.
Cristie se retiró discretamente, sin que Lucy ni Lucas se dieran cuenta. Era obvio que no lo iban a notar, estaban demasiado absortos el uno en el otro como para sentir el mundo de alrededor.

"Increíble. Absolutamente increíble" pensaba Lucy continuamente, durante el viaje en bus desde su casa hasta el instituto. "Estoy viviendo lo que quería... Y realmente me siento bien, feliz y satisfecha." Hacía ya casi un mes que estaba con él. Él. Él, perfecto, cariñoso, dulce, bromista, simpático, protector, romántico, agradable, deportista, único e irrepetible... Todo gracias a Cristie, que, con lo que en un primer momento había sido una catastrófica traición a la promesa de guardar el secreto del enamoramiento de su amiga, había conseguido que Lucy y Lucas estuvieran juntos, por fin. Iban a vivir su historia de amor, finalmente... Y Lucy estaba muy orgullosa por haberse atrevido a dar el gran salto necesario para pasar de niños a adolescentes de pleno derecho: tener novio.