sábado, 27 de agosto de 2011

Secuestro: (Cap. I )


-No me lo puedo creer. ¡Realmente me has arrastrado hasta aquí! – exclama Michael
-Vale, lo siento, ¡pero reconoce que el folleto se equivocaba!- replica Marie
  Michael y Marie son mellizos, y se han ido de vacaciones con sus amigos Laura y Adrián. Pero el camino que mostraba en el mapa que les dio la agente de viajes se cortaba a mitad de camino en un barranco perdido en medio de un bosque, así que estaban allí perdidos.
-Bueno, pues llama a esa tal Julia, la agente de viajes. Dile que nos ha mentido y que nos devuelva el dinero.
-No hay cobertura- explica Marie al colgar el teléfono- ¡Nos la ha jugado muy bien!
-La verdad es que sí…- admite Laura
-¡De eso nada! ¡Nadie se la juega a Michael Vicente…- todos empiezan a poner cara de aburrimiento, mientras que él, ajeno a todo, sigue con su discurso - …porque yo soy un hombre de palabra, y a un hombre de palabra no se le falta el respeto de tal manera, porque…!
-Oye, tío, ¡que no hace falta que hables como en el siglo XIX! – interrumpe Adrián
-Déjalo –dice Marie –Es que mi hermano es así: ¡ANTICUADO!- se ríe
-¿¡ QUÉ !? –se enfada Michael
-Oigan, relájense un poco, ¿vale?- baja los humos Laura- Vosotros dos, dejad en paz a Michael, y tú, Mike, no te irrites tanto, solo son tonterías.
-¿Me dejas tontear contigo?- Le pregunta cariñosamente Adrián, acercándose a Laura, su novia. Son pareja desde hace un año y medio, y se quieren mucho.
-No –lo rechaza Laura suavemente -, tenemos que salir de aquí.
-Estoy de acuerdo. ¿Sugerencias?- pregunta Marie.
-¿Hacer dedo?
-No, muy poco fiable.
-Emm… ¡Ya sé!- dice Adrián- Vamos a hacer dos grupos: uno va a buscar cobertura y llama a un taxi, y el otro se acerca a la carretera con las mochilas y hace dedo.- dice, triunfante.
-¡Vale! ¡Yo voy con Lau a buscar cobertura!- dice Marie, cogiéndola del brazo e internándose en el bosque. -¡Hasta luego!
-¡Eh, pero…!- dice Adrián, pero las chicas ya se han ido.
  Los chicos cogen las mochilas y se van hacia la carretera cercana. A la hora vuelven las chicas, diciendo que ha llamado a un taxi y que está en camino. Cuando éste llega, guardan las mochilas en el maletero, suben, y le piden al conductor que los lleve a Londres, que asiente y arranca el coche. Después, cada uno de ellos se centra en lo suyo.
Delante va Michael, escuchando música con su Ipod. Detrás, Adrián y Laura van cogidos de la mano, hablando en voz baja. Marie mira por la ventana, distraídamente. De repente la pregunta al conductor:
-¿Pero dónde vamos? ¡Por aquí no se va a Londres!
-Lo sé- dice el conductor.
-Entonces, ¿por qué no coge el camino que nos lleve hasta allí?- pregunta Laura, alarmada.
-Porque mi amo me ha ordenado que os lleve hasta él.- responde tranquilamente el conductor.
-¡Ni de broma! ¡Pare el coche!- grita Marie.
El conductor para, pero cuando quieren salir, no pueden. Ha cerrado el coche.
-Oiga, déjenos marchar o…- empieza a amenazar Adrián.
-¿O qué?- dice el conductor con una sonrisa burlona- ¿Llamáis a la policía? ¿Y cómo le decís dónde estamos?
-Por favor, déjenos marchar, ¿qué le hemos hecho?- suplica Laura.
-Eh, ¿qué pasa aquí?- Michael empieza a reaccionar.
-A ver, señoritos, éste es el trato: vosotros os comportáis bien durante el viaje y la visita a mi amo, y cuando éste consiga lo que desea de vosotros, os dejamos marchar, ¿de acuerdo?
-Pero, ¿qué quiere tu “querido amo” de nosotros? ¡Somos unos chicos normales y corrientes, no tenemos nada importante!- se empieza a desesperar Laura
-Shh, tranquila…- la calma Adrián, abrazándola. Mira a Michael, que asiente resignado; y a Marie, que hace lo mismo, añadiendo una mirada de odio al conductor, sin que se de cuenta- Está bien, iremos con usted. Pero cuando su amo sepa que no tenemos nada para él, deben dejarnos marchar. ¿Lo promete?
-Sí, señorito- dice el conductor.
-Bien pues, llévenos con su amo.
El viaje fue largo, largísimo, y aburrido. No pararon ni a comer. Todos protestaron, pero el conductor no le hizo caso.
-Bueno, díganos, ¿cómo es su amo?- pregunta Laura, rompiendo el silencio.
-Es un hombre admirable, grandioso en verdad.
-Es… ¿Bueno?-pregunta Marie
-Puede llegar a serlo, al igual que puede llegar a ser muy malo- responde el conductor.
-¿Y dónde vive?
-En un lugar apartado.
-¿Tiene familia?
-Asesina a todas sus esposas- responde, impasible.
Laura y Marie se miran horrorizadas, y Adrián busca la mano de Laura, apretándola con fuerza.
Desde ese momento no hablan más.

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